sexta-feira, 27 de agosto de 2010

Por que escribir un diario?

Empecé a escribir desde hace dos años atrás. Como ya lo relate alguna vez, todo empezó como una autoterapia que empecé voluntariamente para superar una decepción amorosa. Sin embargo, hoy por hoy, aquella motivación que me guiaba y me sumergía en una profunda melancolía se ha ido disipando, dejandome como recuerdo solo este hábito de seguir escribiendo.A raíz de ello, decidí firmemente que la siguiente persona con la que tendría alguna relación sentimental en el futuro, sería mi esposa.
Eso significaría, empezar a cambiar muchas cosas en mí. Significaría dejar de intentar saber quien es la persona correcta, para tener que esperar y hacer la decisión correcta.
!Que tarea tan difícil! dejar de intentar, para luego esperar no es algo tan común en nuestra sociedad, inclusive para aquellos que solemos congregar en una iglesia cristiana los fines de semana.
Confieso que cuando pienso en la idea de esperar, no siempre me anima la decisión ya que estar solo por un tiempo indefinido que ya no me corresponde a mí decidirlo me a tenido muchas veces con preguntas e incertidumbres sobre un mañana que en verdad es totalmente desconocido.
Un día, mientras me encontraba pensando nuevamente en ello, se me ocurrió la idea de registrar mi lucha contra la soledad y la espera incierta, dejando como legado para mis generaciones futuras lo que significa esperar ella. 
No sé cuanto tenga que seguir escribiendo. Ni sé tampoco cuando la conoceré, lo único que me anima, es saber que toda espera, siempre tiene su recompensa y toda oración también su respuesta. En este viaje solitario hacia los años de madurez y equilibrio emocional no he estado solo. Dios siempre ha estado conmigo. Con mis aciertos y errores, he podido percibir que hay alguien que esta muy interesado en mi felicidad y ese es Dios.
Como su mismo nombre lo dice, un diario, es un registro permanente de la cosas que nos van sucediendo. Buenas o malas, o como queramos catalogarlas la vida cada día nos muestra algo diferente, una lección que aprender mientras esperamos y seguimos esperando por aquel gran día. Encontrarnos por fin con ella. 
Por eso decidí escribir hace ya dos años. Hasta hoy voy registrando más de 260 días de mi vida esperando por conocerla. Cada historia que he registrado, tiene una lección de por medio y espero que algún día ella también pueda ser parte de ello.  

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